La historia de Roger & Gallet comienza en Italia con un joven italiano llamado Giovanni Paolo Feminis el cual invento en 1693 un agua "milagrosa" a la que llamó Mirabilis.
Este remedio, para friccionar la piel o para lavarse, estaba formulado con 18 plantas cultivadas en un jardín de un convento en Florencia. La receta milagrosa, ya conocida como fórmula antiinflamatoria y antiséptica, permaneció usándose como cura medicinal para diversos males durante muchos años hasta llegar a Colonia (Alemania) donde Jean-Marie Farina la patentó en 1806 y fue de esta forma como nació el agua de Colonia.